Iván Villarrubia es arquitecto, creador del Mapa de calles tranquilas de Madrid, promotor del programa En bici al trabajo. Ha recibido dos veces el premio Muévete verde a la movilidad sostenible por el Ayuntamiento de Madrid. Se mueve en bici.
La pacificación de calles es desde luego una buena medida necesaria, pero no puede ser la única. Un ciclista tiene que saber qué hacer cuando llega a una avenida normal que no está pacificada y que no tiene facilidades. Si no, se irán por la acera, o circularán pegados a las puertas de los coches.
En ese aspecto renta más invertir esos 150.000 € en educar que en hacer carriles-bici para sacar ciclistas a la calle. Con eso haces 1 km de carril-bici, 15 km de ciclocalle o una biciescuela que convierta en ciclistas de diario a unas 7000 personas que pueden circular por cualquier punto del municipio, no sólo por calles tranquilas o carriles-bici. Para hacerse una idea, para conseguir 10 veces más ciclistas en Sevilla, se han gastado 200 veces más. Esa relación de 1 a 20 (rentabilidad de infraestructura frente a educación) ya la estoy encontrando en varios casos. Estoy a punto de tener los informes suficientes para demostrar estas cifras.