El enamoramiento sucede, y se contagia. Felicidad de bicis. Es lo que vive una ciudad que se bicifica. Menos humo, ruido, stress. Más ejercicio, más espacio de encuentro con los vecinos.
En las ciudades mucha gente no tiene espacio para guardarlas en casa, y también hay gente que quiere probar lo que es ir en bici para las tareas cotidianas. Ahí los sistemas municipales producen su efecto mágico. Más gente circula en bici. Y ver un ciclista circulando contagia y más ciclistas deciden que ya es hora de sacar las bicis de sus trasteros y de sus apartamentos. Está en inglés, pero es un muy visual. ¡Podéis ir calentando endorfinas con este vídeo!
Confiamos que el Ayuntamiento de Madrid cumpla su promesa y nos brinde pronto este catalizador que está cambiando ciudades como Barcelona, Sevilla o Valencia. Es lo que esperamos que suceda en
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Es cierto.
ResponderEliminarEn el momento que lo ponen fácil, más gente se anima y genera un círculo virtuoso en el que más y más personas se unen.
Doy fe. ¡Gracias por el video!
Un saludo